Me acosté de lado para que él pudiera follarme y se retiró y estaba a punto de dispararme en la boca pero no pude llegar a tiempo.
El coño de la estudiante llevaba lápiz labial mientras montaba un caballo mariposa con tanta fuerza que el joven no pudo soportarlo ni un minuto.
Después de cambiar la posición de montar durante 1 minuto, me disparó un torrente de semen en el coño.
De manera singular, el joven más atrevido del año se paró en la puerta de la casa de su amante, esperando que éste girara su mano.